Recuerdo una anécdota de cuando era un niño, debía de ser principios de los años 70, (tranquilo que no pretendo evocar ningún capítulo de «cuéntame como pasó»..) mis padres, una fría mañana de invierno nos llevaron, a mis hermanos y a mi ,al parque atracciones de Madrid… en donde entramos a la atracción del «Laberinto de espejos»…recuerdo que al rato de haber salidos mis cuatro hermanos… mis padres tuvieron que entrar a mi «rescate» porque deambulaba desorientado y, todo hay que decirlo, también con varios «chichones» al utilizar mi frente, en lugar de mis manos, para palpar y procurar avanzar a través de los diferentes espejos del laberinto…
Esta anécdota de infancia me sirve para introducir e ilustrar la situación de desorientación en que se encuentran muchos de los consumidores de a pie que, en sus relaciones con las entidades financiera, al no tener cultura financiera, avanzan, sobre todo, a base «chichones»…para obtener su «cultura financiera»… en definitiva, pagan un alto precio… pero…¿Por qué ?…
Lo he dicho en alguna ocasión, tuve un buen maestro, pues mi padre era Corredor de Comercio Colegiado (hoy Notarios) y, a los 16 años yo ya entraba con responsabilidades a los bancos y, lo primero que me dijo mi padre al entrar a trabajar fue…«el banco no ayuda más que asimismo, el banco no es un asesor, el banco es un negocio que te vende y coloca sus productos y cobra por sus servicios… su único objetivo es ganar dinero… no ayudarte,, lo que ocurre es que, ayudándote cumple sus objetivos y, por eso, te «ayuda», y por eso la gente cree equivocadamente que es «su amigo»… pero eso no va «con su sueldo»… es un gran error de la gente»…así de claro y así de simple…
La «rara embriaguez emocional» del consumidor por el director o delegado de la oficina…
Trabajando con él, mientras estudiaba tome conciencia de la extraña relación de «ciega confianza» (nunca o rara vez correspondida) del consumidor hacia el director… .y ¡ojo! esta actitud era espontanea, gratuita connatural del cliente y, el director, la mayoría de las veces sólo la contemplaba o consentía por interés pero no participaba de ella, ni hacia falta facilitarla, ya que el cliente, él «solito» ponía TODO el «amor» de la relación… curioso… pero, ¿ porque?...
Pues creo que, es mi teoría, en muchos casos por pura comodidad del consumidor, por «culpa del consumidor»… era una manera de trasladar emocionalmente el peso de la decisión/es al director sin tener que asumir una responsabilidad que implicaba «enterarse», estudiar, leer…» ya me dirá el director lo que hay que hacer»…otras veces, las menos por supuesto, por pura necesidad dado el bajo nivel cultural…
El laberinto financiero del consumidor…
El consumidor ha querido consciente o inconscientemente construir su particular laberinto financiero… no tiene cultura financiera…y, además no sabe planificarse de forma mínima, ni conoce los cuatro conceptos básicos… ni tampoco le importa… Habitualmente tiene más interés por conocer de fútbol, motor, viajes, deportes o moda, por ejemplo….¿porqué?…tal vez sea más aburrido (que no difícil) pero mucho más relevante….
Predisposición al analfabetismo financiero…
«Es complicado»…»yo soy de letras»… y así todas las excusas y auto justificaciones para engañarse así mismo y convencerse pero, la verdad es que ni sabe ni, en muchas ocasiones, ni quiere saber y, cuando ya le interesa es porque ya tiene el problema y entonces ya es tarde… (pero entonces «lo entiende» y no se queja porque sea difícil, simplemente cuando quiso puso interés y se enteró… tarde eso sí…)y «sale» circunstancialmente de su laberinto financiero pero vuelve a entrar rápidamente, en lugar de aprovechar el «despertar» de su interés… que lástima…
Eso sí, después todos al grito…(y en muchos casos es cierto e indignante) » el banco nos roba»…¿y si hubieras puesto un poco más de interés por tu parte cuando debiste?…
Hoy la información esta por doquier y, en internet muchos más y, explicada, en muchos casos con palabras simples, claras, sencillas y comprensibles (conceptos como IBAN , lo referente al dinero , las transferencias , fondos , planes de pensiones, las comisiones, las hipotecas, los fiadores, etc) pero somos nosotros quienes, en muchos casos, nos imponemos a priori inexistentes barreras mentales en lugar de intentarlo ( no me refiero a casos como las preferentes que reconozco que eso es para «nota» si no a todo lo demás en general…)
Y tú que piensas, tengo razón o soy «muy duro»…