Esta semana entro en el despacho un cliente a medio camino entre el agobio y el enojo, y venia a mi para ver si podía aclararle un misterio…realmente misterioso para él…
Era un misterio que le impedía obtener financiación al acudir a entidades bancarias y a financieras pues sus respuestas eran siempre negativas por más que lo intentaba, el no lo entendía, no tenía préstamos, una nómina superior a los 900€, más que correcta para el que vive sólo…
La primera vez que solicitó un préstamo fue de 4000€ y, por si no se lo concedían lo consultó de forma simultánea en tres entidades y ahí empezó su misterioso misterio…al decirle que no…una tras otra entidad a medida que las iba consultando…
En una de estas consiguió que le expresasen el motivo de sus negativa…»por riesgo elevado»…
¿Riesgo elevado?…pero si no tengo ningún préstamo, si no me han concedido ninguno por mucho que lo intento…¿como puedo tener riesgo elevado?…
Así que indignado, sobretodo, desorientado y un tanto desesperado vino a mi despacho para ver si yo podría averiguar y, sobretodo resolver el misterio que era el origen de «sus males»…
Así que tras escuchar su misteriosa historia decidí coger el «toro por los cuernos» y, puesto que por una parte tenía que creer en su honestidad ya que si no «sería él quien se engañaría asimismo» y, por otra, el riesgo de los clientes lo investigan las entidades mirando primero sus ingresos y estos, segundo su CIRBE y, por último (o en segundo lugar puesto que, «el orden de los factores…») los registros de morosidad… empecé a realizar el análisis…
En principio, sus ingresos estaban algo por encima de los 900€ por lo que teniendo en cuenta que, deseaba solicitar 4.000€ no era una cantidad descabellada…
Así que realizamos, asimismo, la consulta a la CIRBE para averiguar que deudas superiores a 6000€ (que es el mínimo que consta en este registro) y, tal como el había expresado…nada, limpio de polvo y paja…
Bien, consulté (en su nombre y representación) los principales registros de morosidad… el ASNEF, Experian, etc…
Y nada, nadie le había introducido en los registros de morosidad no era, al menos, «oficialmente» moroso…
Lo ve, me dijo, no tengo préstamos, no debo nada a nadie….entonces, ¿porqué les consto «como persona de riesgo elevado»?…
Pues, tras mirar, sus números, su CIRBE y, sobretodo las cartas de los registros de morosidad que, a pesar de afirmar y constar que este señor no tenía deuda impagada alguna con nadie, asimismo, contenían una información adicional que, este caso, se reveló esencial para desentrañar el misterio…
Pues bien, como decía, junto a la información de si constaba o no constaba en el registro estos acompañaban una información adicional «muy valiosa»…una relación de las consultas realizadas al registro por las entidades bancarias y financieras durante los dos o tres últimos meses y, llamaba muy poderosamente la atención «el rosario» de entidades que habían comprobado «su ficha» en los dos últimos meses…
Esta era la clave de la resolución del misterio…me voy a explicar…
Al ir el cliente a solicitar, tras los fracasos anteriores, un nuevo préstamo la entidad que, en principio podía dar por bueno su expediente económico para un préstamo de 4.000€ se «asustaba» al comprobar la cantidad de consultas previas al registro…¿porqué?…pues, en teoría, cada una de las consultas por cada una de las entidades podía suponer que al no existir incidencias hubieran, teóricamente, podido conceder cada una un préstamo al cliente y, como estos era inferiores a 6.000€ no tenían porque aparecer en la CIRBE, luego podían arriesgarse a que, por ejemplo, las 4 de las consultas al registro (y había más de 10…) hubiesen podido concederle cada una 4000€ con lo que supondría un posible riesgo de 16.000€ a interés de préstamo personal o de 40.000€ pues ya he dicho que, si individualmente no son mayores de 6000 no tienen porque aparecer…y, por ello no se arriesgaban…
Su error fue solicitarlo inicialmente de manera simultánea en varias entidades a la vez (que la primera o la segunda podían habérselo concedido si…pero no sé porque no lo hicieron (tal vez tuviera una incidencia anterior, por ejemplo el telefonía, ya pagada que borra la incidencia en si pero no la consulta…) y a partir de ahí…el miedo a pillarse los dedos hizo el resto…
Artículo superinteresante, me ha gustado mucho Pedro. Por mi profesión he tenido que hacer estas consultas muchas veces. Para el ciudadano de a pié le puede parecer algo improbable pero está ahí y tu lo has explicado maravillosamente.
Muchas gracias Carol,
Si realmente es una situación bastante habitual dentro de nuestro mundillo.
Un saludo y muchas gracias por tu comentario
Pedro
Un excelente post, Pedro!! Real como la vida misma.
Por una parte el miedo de las entidades financiera al ver a alguien sin préstamos y por otra parte la falta de planificación del cliente y el desconocimiento de las práticas de estudio de la banca han dado como resultado ese cliente de «alto riesgo».
Hay que tener en cuenta que los bancos ven como un moroso en potencia a todo aquel que quiere solicitar un crédito. Y esto costará, todavía, un tiempo en eliminarlo.
Espero que, finalmente, tu cliente pudiera conseguir la financiación que necesitaba!!
Felicidades por este buen artículo!!
Gracias Jose María,
Realmente es así, las entidades no se fían, hoy por hoy ni de su sombra y eso, como bien dices costará eliminar… y el cliente, efectivamente no tenía ni idea del funcionamiento y prácticas de las entidades… al final ya sabiendo la causa, en una entidad de confianza le pude obtener la financiación.
Gracias de nuevo y gracias, también por divulgar en tu blog mi anterior post. Un saludo
Pedro