Los intermediarios de Crédito. Con la nueva Ley Hipotecaria se implanta definitivamente como una figura “renovada” y con, esperemos, largo recorrido profesional (IIª parte)

(Extraído de mi libro «Debes enterarte antes de endeudarte) 

La nueva y “renovada” realidad del Intermediario de Crédito Hipotecario…

Todo esto ha cambiado, en mi opinión, y para bien a raíz de la nueva Ley hipotecaria, (LCCI) que ha puesto coto a todos estos desmanes.

Los nuevos intermediarios y prestamistas, están ahora ( y yo diría que por fin), registrados y supervisados por el Banco de España y por instituciones y/o por sus delegaciones autonómica y no como estaban, hasta hace poco, registrados y supervisados por el Consumo, sinceramente no era, para mí lo lógico.

La nueva Ley define al intermediario de crédito hipotecario como “Toda persona física o jurídica que, no actuando como prestamista, ni fedatario público, desarrolla una actividad comercial o profesional, a cambio de una remuneración, pecuniaria o de cualquier otra forma de beneficio económico acordado, consistente en poner en contacto, directa o indirectamente, a una persona física con un prestamista y en realizar además alguna de las siguientes funciones:

  1. a) presentar u ofrecer a los prestatarios dichos contratos de préstamo;
  2. b) asistir a los prestatarios realizando los trámites previos u otra gestión precontractual respecto de dichos contratos de préstamo;
  3. c) celebrar los contratos de préstamo con un prestatario en nombre del prestamista.»

Actuaran cuando el prestatario, el fiador o garante sea una persona física y dicho contrato tenga por objeto:

  1. a) La concesión de préstamos con garantía hipotecaria u otro derecho real de garantía sobre un inmueble de uso residencial. A estos efectos, también se entenderán como inmuebles para uso residencial aquellos elementos tales como trasteros, garajes, y cualesquiera otros que sin constituir vivienda como tal cumplen una función doméstica.
  2. b) La concesión de préstamos cuya finalidad sea adquirir o conservar derechos de propiedad sobre terrenos o inmuebles construidos o por construir, siempre que el prestatario, el fiador o garante sea un consumidor.

Hay que tener claro, por otra parte, que esta nueva Ley, no deroga, solo se modifica, la normativa que se regula la contratación con los consumidores de préstamos o créditos hipotecarios y de servicios de intermediación para la celebración de contratos de préstamo o crédito. Una regulación qué a mi modo de ver, y tal como he comentado al inicio de este capítulo nació ya mal diseñada y que ayudó a que surjan intermediarios hipotecarios “profesionales” y, por otra parte, se mejore la situación del cliente que busca una hipoteca.

Como decía el nuevo registro de intermediarios está controlado por el Banco de España quien exige una serie de requisitos de formación (un curso y un posterior examen para acceder en algunas de las categorías –informador o asesor-) un seguro de responsabilidad civil para cubrir cualquier posible reclamación del usuario, justificar que el despacho o profesional posee, unos conocimientos, una honorabilidad,  y unos protocolos de actuación con el cliente en caso de reclamaciones entre otras cosas.

El Banco de España está decidido a dar una “categoría” profesional y un contenido propio de sus funciones a los intermediarios de crédito inmobiliarios (algunos los recuerdan o conocen con el nombre de brókers hipotecarios) y así, en una Circular del Banco de España permitiendo y garantizando el acceso a los intermediarios de crédito inmobiliario en igualdad de condiciones que las entidades de financieras a la información existentes en la Central de información de Riesgos conocida por sus C.I.R.

En principio, cuando un el cliente acude a un intermediario de crédito inmobiliario es porque quiere, necesita algo no habitual, tiene algún problema o, bien está dispuesto a pagar por comodidad o por desconocimiento de la misma manera o intención que uno acude a un asesor fiscal.

Entonces, ¿Cuándo se recomienda acudir a un intermediario de crédito hipotecario profesional?

  • Cuando no tenemos tiempo o ganas de gestionar nosotros mismos la obtención de la hipoteca, ni sabemos o queremos negociar las condiciones con varios bancos
  • Si nuestra cultura financiera es limitada y no entendemos conceptos como TAE o TIN, imprescindibles para saber comparar las diferentes hipotecas del mercado y poder solicitar y negociar la mejor a nuestro alcance.
  • Cuando buscamos hipotecas en condiciones mejores que si fuéramos directamente al banco, según nuestro perfil. Así, por ejemplo, existen hipotecas para algunos colectivos determinados con condiciones inmejorables.
  • Cuando los bancos nos han denegado la hipoteca y consideramos injusta la decisión, porque creemos que podemos acceder a la financiación hipotecaria que necesitamos.
  • Cuando la financiación no es habitual (hipotecas para autónomos, préstamos puente o las autopromociones).
  • Por supuesto, cuando estamos constamos en registros de morosidad, estamos embargados, o necesitamos reunificar y nuestro banco se resiste en proporcionarnos esa financiación que necesitamos.

En definitiva, la nueva normativa sobre los intermediarios de crédito pretende crear un espacio propio y específico de competencias para que se pueda desarrollar profesionalmente y con honorabilidad esta profesión bajo la atenta mirada y control del Banco de España, ello me gusta y mucho hasta el punto de que estoy pensando en retomar está actividad en breve, pues pienso que, en determinados casos y supuesto es útil su función y, en consecuencia, recomendable acudir a ellos.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Scroll al inicio