Para mi, hace unos 5 años, unificar deudas a terceros se había convertid0 en prácticamente una rutina…una rutina seria, una rutina profesional pero, sobretodo, una rutina responsable…
Tuve la suerte que, en su momento, dado el trato profesional previo que tenía con las entidades, estas, cuando una operación salía de sus parámetros me referenciaban y, el cliente, me venía… por lo que exclusivamente por esta vía mi flujo de cliente era importante y constante…una verdadera satisfacción y a la vez una verdadera responsabilidad de cara al cliente pero, es que además, como vivo en una pequeña ciudad de unos 40.000€ «todos nos conocemos» y, en consecuencia, además de la satisfacción del cliente en cada operación me juego implícitamente mi prestigio…y eso pesa o al menos a mi…
Hoy son las propias las entidades quienes solventan los problemas con sus clientes y si no se los arreglan es porque difícilmente tienen solución…y no suelen realizar unificaciones simplemente para obtener liquidez al final de mes…debiendo buscar otros lugares para intentarlo…
Y aparecen algunos por mi despacho…y, el 90% de los que vienen a mi despacho, buscando aquella operación que antes el banco les daba con facilidad pero que ahora ya no les otorgan salvo que sea estrictamente necesario salen de mi despacho con el consejo (yo ya no intermedio, sino que, sólo asesoro, acompaño y aconsejo) salvo que te sea imprescindible para poder llegar a final de mes…no te metas en berenjenales…. y menos ahora…
Y es que antes unificar las deudas, pasando, sobretodo, las deudas que tenían comprometidas a corto plazo (tarjetas, micro préstamos, el préstamo del coche, el préstamo al consumo, etc) a largo plazo, juntamente con la hipoteca fácilmente a 30 o 40 años unido a unos tipos de interés que iban del euribor +0,5 ó 1 puntos hacia que el ahorro en cuotas fuese sobre el 60% y, a pagar menos o con el sobrante…a consumir…a gastar…poco importaba que alargásemos el plazo y, en consecuencia pagásemos más en el conjunto de la deuda… sólo importaba o llegar algo más desahogado al final de mes o tener para gastar…más…
Hoy los diferenciales que se pagan junto con el euribor son mayores (de euribor 1,5 puntos hacia arriva…) porque los riesgos son mayores y ya no es, ni debe ser un vehículo de obtención de liquidez sino una herramienta para solucionar un problema insolucionable de otro modo…
Tiene y debe de ser una herramienta excepcional para poder llegar a final de mes… o porque la reforma de tu casa es absolutamente inaplazable (como la de la imagen, por ejemplo) y le aportará o añadirá valor a tu patrimonio pero no lo hagas para que te permita llegar al final de mes permitiéndote hacer algo o varias cosas más…
Así que si pretendes refinanciar tu deuda para poder hacer cosas planteate si es estrictamente necesario hacer lo que pretendes, si además es algo que NO aportará o añadirá valor a tu vivienda o patrimonio (es decir es un simple consumo) debes abstenerse, el horno no esta para bollos y, estamos, aunque los políticos digan lo contrario (ellos no te pagan tus facturas y, en consecuencia les es fácil decir las cosas) en una situación de absoluta incerteza hasta tal punto que, no sabemos si es el principio de la recuperación o, la calma que precede a la tormenta…
Ni refinancies ni te endeudes innecesariamente…recuerda… «las imprudencias se pagan»…