Si, es cierto, como me parece haber comentado ya, y sino lo hago ahora, los bancos parece que se han decidido a abrir la mano…
No tanto, es cierto, al particular, como para el autónomo, emprendedor o pyme…
«Estamos abiertos a conceder desde principios de años»…me comentó, un compañero de la banca con el que he colaborado aportando clientes en los últimos 15 años…
Tras años en el purgatorio, purgando los excesos de los «años locos e histeria colectiva de la cultura del despilfarro y… todo vale porque el dinero nos sale hasta de las orejas»…procurando preservar las pocas operaciones no caídas, intentando hacer lo imposible para arreglar las de dudoso cobro y perseguir a los que, definitivamente, no pagaban…
Los bancos, las oficinas han hecho borrón y cuenta nueva…traspasaron a terceros sus morosos y, recibieron orden de acabar con la contención e iniciar la captación de clientes…
¿Y como captar?…pues, arriesgándose a ofrecer financiación a nuevos clientes…
¿Con dos ojos?…no, si puede ser con cuatro…pero, se arriesgan…si el producto u oficio es bueno o promete…¡vamos a intentarlo!…somos un banco ese es nuestro trabajo… y estamos dispuestos a arriesgarnos salvo, claro está, el cliente conste en un registro de morosidad…
Hacia yo tiempo, años, que no me involucraba en financiaciones, desde que me dí cuenta de que no ayudaba salvando al cliente, sino que sólo le ayudaba a conseguir una patada y adelante de previsible muy corto recorrido…lo dejé, no tenía necesidad de perjudicar a la gente para sobrevivir…
Ahora, nuevos, aunque aún muy suaves «vientos» aparecen…. empresas supervivientes de la vorágine, ex-obreros reciclados a nuevos autónomos, con nuevo empuje, mucha ilusión y, sobre todo, esperanza…ahora puede que vuelva a ayudar, ahora puede que vuelva a ser útil e, incluso, en algunos casos hasta necesario…por eso vuelvo, vuelvo a sondear el terreno del autónomo y pyme… siempre con la ética como principal premisa y por ello…
Tras dejar a los niños en el cole, por primera vez en este curso que se inicia y, ¡por fin!…sumergirnos en la ansiada rutina diaria… había quedado con un cliente, con un cliente en busca de financiación y…
El buen hombre llama a mi puerta, ilusionado con hacerse con el traspaso de un negocio, concretamente, un bar…
Bien-me dije a mi mismo- y tras los saludos protocolarios y datos de lo que necesita, para que, etc realice una pregunta tan temida como imperativa…
«¿Esta Ud. en el Asnef?…-un larga pausa- «sí, si que lo estoy, por un tema de tarjetas»…y añade…»nada importante…poco…unos 2000€»…
¡¡SUENAN TODAS LAS ALARMAS EN MI INTERIOR!!…¿Y, como piensa Ud. pagar ese Asnef? por qué Ud. sabe que ha de pagarlo previamente…¿no?…
Pues precisamente- me dijo- acudía a Ud. para ello…
Pues, sinceramente, creo que lo mejor será que si puede…solicite pida esos 2000€ a un familiar o amigo y, una vez esté Ud. fuera procuraremos ver las posibilidades que tiene para obtener el dinero del traspaso…
La verdad- me contestó- es que no tengo ningún familiar o amigo al que acudir…
La cosa- le dije- se complica porque hay que acudir, en ese caso, a capital privado y sinceramente por 2000 € se lo desaconsejo absolutamente además de que necesitamos una garantía inmobiliaria y, si no tiene tal vez un vehículo pero…reitero, no se lo aconsejo para nada…pues está Ud. buscando una oportunidad laboral y, puede acabar sin su oportunidad y, además endeudado…a cambio de nada…
Yo pensaba- me dijo- que con los muebles del bar que me quedo con el traspaso, cuyo valor es mucho mayor es suficiente…
Dos cosas, el capital privado, en su caso y momento le dejaría el dinero en base a un bien que ya tenga no, en base a unos bienes que vaya adquirir con «su dinero»…y, por otra Ud. en el mejor de los casos (y ya sé que es lo único de lo que dispondrá) propone como garantía unos bienes de, como mínimo, segunda mano, sino de tercera…de escaso valor, por no decir de interés…por lo que…
Lo siento, pero…no puedo ayudarle, si el bar estuviese muy bien situado, con un motivo (comprobable) de traspaso razonable y un funcionamiento aceptable….tal vez pero…con ASNEF, lo siento…los bancos, no hace falta decirlo, y más ahora son alérgicos a la morosidad y el particular es tremendamente prudente y selectivo….aparte, sería introducirle en un «berengenal» al que yo me niego…
Y es que aunque la financiación vuelva, aparentemente a tener «brotes verdes»… esta vez se lo van a pensar muy mucho…más todavía…a quien otorgar y a quien no…