Tienes atrasos en la hipoteca y el banco te propone un trato…piénsalo bien…

Puede y suele ocurrir, yo me lo he encontrado en muchas ocasiones con clientes que, se acumulan atrasos en el pago de las cuotas de las hipotecas, de tal manera  que llega un día en que uno es consciente que, a pesar de su voluntad difícilmente va a poder ponerse al día…

 

 Es, en ese punto, cuando empieza la tensiones, por una parte esta su voluntad y, por otra, la tozuda realidad que se impone, haciendo que nos sintamos impotentes…


Es en esos casos en los que habitualmente hace ya  tiempo que estamos ya recibiendo las llamadas de la entidad financiera y estas, si te ven con buena voluntad, a la vez más que una presión, porque saben de tu situación procuran  encontrar una solución o, mejor dicho, su solución…  

Si, llegado un punto   las entidades con los recibos impagados se ponen muy nerviosas pues, al tercer recibido impagado deben provisionar toda la deuda con todo lo que ello puede entrañar para ellas y, evidentemente para el cliente…  

Es por lo que empiezan a buscar formulas y hacer propuestas al deudor para reconducir la situación, reitero, en provecho de todos pero especialmente el suyo, es decir el de la entidad y es aquí  en donde debe el deudor iniciar una seria reflexión…



El arreglo que propone la entidad que, como siempre, sólo cubre sus preocupaciones y no tiene porque coincidir en un 100% con las tuyas te solventa, al menos en principio tus problemas o se trata de un mero parche, una patada y adelante…

 

Para arreglar «tu»(su) problema, el banco la entidad nos suele colocar «la zanahoria» delante para que…a pesar de que nos quieren dar una solución sólo veamos eso…la operación que hay pero, a veces, y en ocasiones además dependiendo del estado psicológico de las personas hay otras cosas a valorar…


  Os contaré un reciente caso real que venido a mi despacho y que ilustra, a mi parecer, claramente, lo que quiero decir con todo esto…


  Un hijo llamado, por ejemplo, Carlos tenía un negocio que se fue a la quiebra y el hijo para pagar a todos sus acreedores en el año 2004 hipoteca a sus padres poniendo como garantía dos pequeñas viviendas y a su hermano, que por aquel entonces trabajaba que era quien, con su nómina garantizaba el pago de las cuotas…

No entraré a valorar el error de entrada que supuso la constitución de esa hipoteca para esa finalidad pues, eran ya  hechos consumados y consolidados…así como, por diferentes «baches» económicos habían ya, previamente a la visita a mi despacho, firmado dos «parches»  o acuerdos con la entidad que básicamente incluían la aportación por parte del banco de nuevo capital para cubrir exclusivamente impagos, así como carencias de capital para facilitarles, con una cuota inferior puesto que no incluía amortización sólo intereses el pago de la cuota…

Nuevamente, tenían sobre la mesa  un acuerdo de la entidad que les extendía la mano para regularizar la situación incluyendo capital para regularizar los atrasados y una carencia de intereses…

Habían pasado 10 años, les quedaba 30 años por delante y, no habían amortizado nada, pero nada «0» el capital de la hipoteca que estaba situado, debido a todas «los parches» iniciales en los 400.000€ iniciales…

además, el panorama había cambiado, los padres estaban jubilados y el hijo que 10 años antes «ponía» su nómina para el pago de la cuota estaba y esta en paro…y a pesar de todo la entidad les ofrecía nuevamente el parche pagando durante dos años nuevamente  «sólo» unos 800€/ mes de interés…

La familia estaba ya agobiada después de los esfuerzos, mes a mes, para llegar a final de mes e intentar pagar las cuotas que había evidenciado que no llegaban …¿valía la pena ?… renovar «los votos» para toda vida…

¿Y  tu que piensas?…¿que harías en esta situación?…

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