Esta vez ha sido por un Barça -Atlético de Madrid pero, estas cosas pasan…

Me encontraba el pasado miércoles, plácidamente sentado en mi escritorio cumplimentando, como muchos profesionales por estas fechas, unas declaraciones de renta de unos clientes míos cuando, súbitamente interrumpió mi labor, «el impertinente» timbre de mi teléfono (digo «impertinente» no porque me moleste que me interrumpa, todo lo contrario, pues suele ser un fiable vehículo de contacto y aportación de clientes y eso, con los tiempos que corren es de agradecer, sino por su chillona sonoridad que he de cambiar…) al otro del teléfono…

-«Hola, buenos días, ¿es Usted el asesor de préstamos?…

– «Hola, bueno si- lo cierto es que ya me he acostumbrado a que la gente no sepa muy bien como referirse a mí-  dígame, ¿que desea?…

– «Pues quisiera quedar con Ud. para que me explique como funciona lo de los préstamos, necesito uno y me corre mucha prisa…

– «Bueno, si le corre prisa podemos quedar esta misma tarde…aunque ya le avanzo que, como dice el dicho…las prisas son malas consejeras…¿a las seis de la tarde es buena hora?,¿en mi despacho?…

-«Si, si perfecto, ahí  estaré»…

-«¿Su nombre por favor?»….

– «¡Ah! sí, por supuesto, Juan …»

                      

Efectivamente, no eran ni las 6 de la tarde y en el despacho me avisaban que un Sr. llamado Juan  acababa de llegar diciendo que tenía una visita conmigo…

Le hice entrar en el despacho  y le saludé, me presenté y le hice mis preguntas habituales para empezar calibrar, sus necesidades reales, su idoneidad y sus posibilidades… la verdad es que su aspecto sin tener nada de especial apriori me pareció algo raro, como excesivamente retraído y  como desconfiado miraba a todas partes del despacho sin apenas fijar la vista en mí…sus contestaciones me dejaron inicialmente perplejo…lo cierto es que no me lo esperaba…

Necesitaba entre 2.500€ y 3.000€  para «poder ir a ver en el Camp Nou  el partido Barça- Atlético de Madrid»…

¿Qué?… le dije incrédulo, ¿para qué? ¿porqué?…lo cierto es que me gusta el fútbol, soy por proximidad geográfica del Barça pero la verdad es que no me apasiona…es decir, no cambio una cena con mi señora o amigos por ver un partido…ya me enteraré después del resultado…y ese fanatismo exacerbado aunque «respetable»  nunca lo he llegado a entender..

Así que, una persona estuviese dispuesta a endeudarse con entre 2.500€-3.000€, por vivir (o sufrir) una tarde por mucho que fuese un final de liga entre el Barça y el Atlético de Madrid y, que tenga que estar pagando por ese  efímero «divertimento», durante unos tres años, para devolverlo, entre 120-155€/ mes, en función de la cantidad finalmente solicitada o concedida, me parece excesivo…por no decir algo más gordo…

«Juan, disculpa, ahora entraremos más al detalle, partamos de la base que todo el mundo con su dinero hace lo que quiere pero…y disculpa…puedo entender un endeudamiento para una boda, para una comunión, si me apuras para un viaje pero…para un Barça-Atlético de Madrid, por mucho que se jueguen la liga…

Además, no tengo ni idea de lo que vale una entrada, ni a cuanto está su precio en la reventa pero…2.500€-3000€…además, no lo sé pero yo creía o pienso que en este tipo de partidos con los socios prácticamente llenan el campo….¿vale la pena gastar ese dinero por unas entradas?, ¿vas sólo o acompañado?…

Enseguida vi que se  ponía bastante nervioso y me dijo…

-«Bueno,  es que me gusta el fútbol  mucho, soy de Barça ¡eh!…y me enseña la camiseta con el escudo del Barça que llevaba debajo la camisa…iría con amigos o en autobús…

– «Juan, perdona, y tu…¿cuanto ganas al mes?…¿trabajas?, ¿tienes nómina?»…

-«Tengo una pensión de unos 705€ al mes…»

Ya está-pensé-«he aquí la cuestión»…

Juan, la pensión, ¿porque te la dieron?…

– «Bueno, porque tomo unas pastillas pero yo estoy bien, eh,  aunque vivo con mis padres»…

– Juan , ¿tu sabes que el partido lo puedes ver en un bar, sin pagar más que un refresco?…

-«Hombre, si  pero no es lo mismo, no hay el mismo ambiente»…

– «Si estoy de acuerdo pero tampoco te gastas ese dinero….que además no tienes…

– Ya… pero yo ya he ido alguna vez el año pasado…con mi dinero…y tengo otros préstamos…

– «¿Ah sí?…¿tienes otros préstamos?…

– «Estoy pagando el ordenador Mac…lo conoces ¿no?…es chulo..

– «Si, si pero, claro, si estas pagando otra cosa con tu pensión no puedes pagar  nada más…

– «¿Entonces no me puedes dar el dinero para las entradas?»…

– «Pues no, lo siento, pero no…

–  «Escucha, que yo estoy pagando todos los meses…y puntualmente el ordenador…»

– Ya, ya no lo dudo pero yo no puedo hacer más…lo siento…

– Entonces nada, voy a ver si puedo conseguir el dinero en otro sitio…

 No es la primera vez que me ocurre, ya me he encontrado en varias ocasiones (y por supuesto me he negado y les he desaconsejado) en la que personas que no acaban de estar bien o, ser «normales» vienen para ver si les puedo conseguir dinero…esta gente, aunque normalmente desconfiada (deben de estar hartos de abusos y engaños) son inocentes, están en muchos casos desprotegidos y son ellos mismos en muchos «sus propios enemigos»… aunque «saben lo que quieren» y se endeudan «conscientemente» si es necesario para conseguir lo que quieren… pues esta semana me ha venido por el Barça- Atlético de Madrid pero mañana puede ser por otra cosa…habría que hacer algo para no digo evitarlo (si tienen plena consciencia) pero si cuanto menos controlarlos

4 comentarios en “Esta vez ha sido por un Barça -Atlético de Madrid pero, estas cosas pasan…”

  1. Hola, Pedro.

    Entiendo tu posicionamiento, pero mientras no haya una orden que incapacite legalmente al Sr. Juan, no hay nada que hacer. Y, evidentemente, tú que lo tuviste delante puedes decir mejor que yo si realmente «no estaba bien»; aunque, permíteme el atrevimiento, sin tener las herramientas profesionales necesarias, me parece osado decir que no estaba bien. Que si tenía una pensión y tomaba «unas pastillas» ya da bastante idea de que segurament sufre algún tipo de transtorno mental.

    A lo que voy es a lo siguiente: sé que tú, desde tu trabajo, si tienes la potestad de conceder préstamos, decidas no concederlos a la gente que no tiene medios, para evitar un endeudamiento innecesario y, como profesional, me parece una posición de lo más honesta y que te honra. Y mucho.

    Pero tu post me ha hecho reflexionar. La gente, en general, tendemos a criticar y juzgar en qué emplea la gente su dinero. Y ahora no me refiero solo a la gente que, claramente no tiene medios (como el tal Juan) y para quien endeudarse por algo como el futbol puede ser un problema.

    En general nos atrevemos a juzgar en qué emplea la gente su dinero. Yo decidí pedir un préstamo personal para poder disfrutar de una excedencia de un año y cuidar de mis hijas cuando fui madre por segunda vez. No te imaginas la de críticas que me llovieron. Al final, harta de todo, a quien me criticaba para mal acababa diciéndole «tú pides un préstamos para un crucero, para una tele de 52 pulgadas o para cambiarte el coche y no digo nada; respeta que quiera pedir un préstamo para cuidar de mis hijas».

    Tal vez me he salido un poco del tema, pero es la reflexión a la que me ha llevado leer tu post.

    Un saludo.

    1. Pedro Somacarrera

      Hola Desirée,

      Agradezco antes de nada tu amable opinión, yo no no juzgo nunca (o al menos procuro no hacerlo) la finalidad o destino del préstamo, es «problema» o un asunto que es personal o particular, yo te lo concedo o no, o lo busco o facilito, en base a tus capacidades económicas y siempre, y este el punto esencial que, a mi criterio y conciencia que no arbitrariedad tengas capacidad de entender, comprender y, sobretodo conocer que es lo que puede pasar si no pagas…

      He trabajado durante más de 10 años en un despacho de Corredor de Comercio Colegiado (hoy Notarios)y a diferencias de los Notarios los Corredores podían delegar su representación en un tercero (eso si, ellos siempre respondían como si fuesen ellos mismos) y, en varias ocasiones asistí a firmas en su representación, encontrándome en algunas ocasiones, sobretodo con personas mayores que, sin estar incapacitadas, no eran conscientes de la relevancia, transcendencia y sobretodo consecuencias que tenía firmar y comprometerse a un prestamos, unas cuotas o avalar y en consecuencia yo, una vez hechas las preguntas que consideraba oportunas para averiguar si a mi criterio entendía y comprendía…comunicaba a las partes que, a mi criterio no estaba esa persona capacitada para firmar…que evidentemente si querían podíamos quedar otro momento en el despacho del Corredor y el Corredor en persona evaluaría el caso concreto… en un 100% de las veces el criterio del Corredor coincidía con el mío (simple sentido común) y no intervenía la operación alegando incapacidad de las partes. Las partes si querían iban al Juez y este, una vez expuestos nuestros argumentos siempre las pocas veces que sucedió, nos dió la razón e incapacitó para firmar a la persona..

      Una persona puede estar incapacitada o no, muchas veces más en base a los cuidados o intereses que tengan sus progenitores o familiares porque, por las circunstancias que sea la familia no se haya visto en la necesidad o no crea importante (de momento) incapacitarle, eso no quiere decir que, a criterio honesto no sólo de un Notario si no de alguien que haya de tomar una decisión…vea que no tiene capacidad de discernir…para mi la incapacitación es como «un carnet o declaración oficial» pero que si no lo tiene AÚN no es que no pueda serlo..

      Entiendo perfectamente, no obstante el sentido de tu opinión y reflexión. Estoy absolutamente de acuerdo contigo en el sentido que tu lo expresas pero, por otra parte, he querido dejar claro que, el hecho de no estar incapacitado (aún) no implica que seas capaz y es aquí y en este sentido porque me abstuve de ayudarlo…

      Un saludo y gracias Desirée

      Un saludo y gracias.

    2. Genial, te agradezco la explicación y, lo reitero, me parece una manera de proceder muy sensata. Y tienes razón, hay quien todavía no tiene el «carnet oficial» de incapacitado, y mientras no llega, está expuesto.

      Me expresé mal cuando dije que juzgas porque tienes que hacerlo en tu trabajo; ahora me ha quedado aún más claro que lo que haces es asesorar.

      Muchísimas gracias por tu respuesta.

      Un saludo.

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